jueves, noviembre 28, 2013

 
 
DESPEJADA
 
 
 
Y sucedió que el haberme sentido restringida, momentánea y temporal me hizo desplegar las alas, me invitó a juntar los pedazos que quedaron desperdigados cuando la sorpresa de saberme inmóvil y sin decisión fue como un anuncio de toque de queda.

Fue como una noticia complaciente para estar muy bien prevenida ante lo que pudiera acaecer, fue un derroche de generosidad y evidencia, fue el llamado a participación de una sentencia que no era mía, que no podía ser mía, fue la pretendida revelación de una verdad que me dividía los afectos justo ahora que me siento más entera que nunca.

Nada estaba en mis manos, sólo la permanencia. La aventura de continuar hacia aquel lugar que todos conocían y al que todos sabían que iban, menos yo, que sólo debía ser y permanecer.

Anoche alguien me dijo: -¿Lloraste?  -No, le respondí.

Y es prodigioso como se suceden los paisajes, como a veces es necesario que alguien te despabile y te recuerde que tú sola te puedes limpiar, que tú sola te puedes precipitar hacia aquel cielo interno que llevas y en donde tú decides si quieres llover o si quieres despejar.

Y no pude hacer otra cosa... Sólo me pude amar.
 
 
 
 
 
 

lunes, noviembre 18, 2013

 
 
LA PUERTA
 
 
 
Persistir no es insistir, es perseverar ante la señal de que algo bueno pueda ser y suceder. Es un estímulo que invita a la promesa, es fuego que anima y purifica a la paciencia.

No quiero la tozudez de la expectativa porque sí, quiero la permanencia de lo posible y el anhelo verdadero de procurarme mágica y total de cuerpo, fervorosa y vital de espíritu.

Y es que de tanto prolongarme en kilómetros de muro pude por fin hallar la hendidura por donde empezar a romper, por donde abrir la puerta necesaria y convocada a viva voz.
Y es que después de haberme dado el permiso de aceptar que soy luz eterna ¿Cómo podría concederle un espacio trunco y vacío a mi interioridad?

Pasa...
Que la puerta se abrió para dejar que mires, que busques, que intentes. ¿Puedes percibir el olor a savia nueva?

Pasa...
Siéntate a comer y a beber pues ya supimos compartir de un mismo plato las carencias y las abundancias que nos legaron y que nos buscamos con porfía.

Pasa...
Que perfumé de flores los rincones por si quieres quedarte, por si quieres entender, o por si sólo quieres estar y compartir.

Pasa...
Que yo me haré la desentendida cuando note que dejaste algún regalo antojadizo que te haga volver con celeridad.

Pasa cuando quieras...
Que la hendidura se animó y hoy me regaló una puerta.